LA CARA NORTE DEL CORAZÓN, Dolores REDONDO
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La cara norte del corazón ( Ediciones B, 2019, Barcelona, págs. 688) de la escritora donostiarra Dolores Redondo se sitúa en un periodo anterior a los acontecimientos descritos en la Trilogía del Baztán ( El guardían invisible, El legado de los huesos y Ofrenda a la tormenta).
Así, cuando la subinspectora Amaia Salazar mejora su formación en unas jornadas en Estados unidos de América, es reclutada por el excelente y poco convencional agente del FBI A. Dupree para hacer lo que mejor sabe: detener a asesinos psicópatas (concertamente uno oculto desde hace 18 años).
Estructuralmente, se divide en dos secciones con 77 capítulos y un epílogo muy breve. Cada uno de ellos se inicia con una localización espacio-temporal, es decir, New orleans o Elizondo para ubicar al lector ya que, aunque los eventos parezcan dispares en un principio (la captura de un delincuente psicótico durante el huracán Katrina y la infancia de Amaia con doce años en Navarra), no lo son tal y como podemos observar a lo largo de su lectura; es más, se entremezclan mostrando que el presente se sustenta en el pasado. Al mismo tiempo, la autora, narradora omnisciente, establece un paralelismo antropológico entre la cultura de New Orleans (haitiana - vudú) y las creencias ancestrales vascas.
Otro recurso que emplea para enganchar al lector es una amplia variedad de temas con los que conmoverse: catástrofes naturales y el comportamiento del ser humano en ellas, la fustración, la traición, el egoismo, la presión laboral, la empatía, la familia; sin olvidar la cultura popular y sus referencias a los puntos cardinales. así en el título se aprecia una paradoja entre "perder el norte" (la sensatez), de hecho el perro collie defensor de la adolescente Amaia se llama "Ipar" ("norte en euskara/vasco) y "la cara norte de la luna", la más oscura y desconocida, lo que constituye un simil de la parte más oculta del ser humano, a veces desconocida, otras veces enterrada por lo siniestra que puede llegar a sery cuyo significado es intensificado con la mención de un terror ancestral europeo: el lobo.
En resumen, es una novela de intriga irresistible en la que se recurre a elementos de éxito contrastado en la trilogía: personajes con diferentes vertientes psicológicas, datos culturales conocidos y prosa ligera.
Mª Cruz Fernández