jueves, 13 de noviembre de 2014

EL DESPERTAR DE LA SEÑORITA PRIM, Natalia SANMARTIN

EL DESPERTAR DE LA SEÑORITA PRIM, Natalia SANMARTIN 

                            
                           
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 El despertar de
la señorita Prim (Planeta, 2013, p.345) de la escritora gallega Natalia Sanmartín Fenollera es una novela sobre la vida, en concreto, una reflexión sobre la actualidad occidental: desde nuestro sistema educativo hasta la forma en que nos comportamos o cerramos las puertas.

                              La autora sitúa al lector en un pueblo remoto, San Ireneo de Arnois, al cual describe como una colonia, un espacio donde el tiempo adquiere otra dimensión y sus habitantes hastiados del mundo moderno, deciden detenerse y observar los pequeños detalles porque la felicidad, según ellos, se encuentra en los detalles pequeños y en la cotidaneidad.

                              La felicidad absoluta no existe. Así, a pesar de la paradoja, la pequeña gran felicidad está ahí delante; sólo hay que saber ver y asumir que ésta, como parte de entes mutables, sufre vaivenes, recesos, alzas y bajas.

                                      Todos esto es lo que descubre Prudencia Prim. La aliteración  de las iniciales /P/ y su nombre son símbolos del carácter estricto, inflexible, obtuso, recto, intransigente y coercitivo de la protagonista. Asimismo, estos  conforman una imagen bastante precisa de ella.

                                     Alrededor de la señorita Prim, se entronca una serie de personajes cuyo talante atraen al lector: el erudito Hombre del Sillón- el único personaje cuyo nombre es ocultado, co-fundador de la colonia y que sólo es descrito psicológicamente en base a sus creencias, opiniones, argumentaciones, disertaciones y lecturas; el tolerante Horacio; la activa y sociable Herminia o la anciana y sabia Lulú Thiberville. Todos, a su modo, ayudarán a Prudencia en su evolución.

                                      Pero un dato que merece mención en esta novela es la gran erudición literaria de la que hace gala su autora. Tenemos una novela plagada de referencias literarias que enriquecen su lectura amenizándola, si el lector es entendido, y divulgativa, si no lo es. Ejemplo de ello es el texto en koiné (griego p.264) o latín (p.218) convertidos en argumentos de autoridad para defender sus puntos de vista

                             Se centra en autores de la Antigüedad clásica como Virgilio y también del Renacimiento e inicio de la Era Moderna: Dante, Boccacio, Pretarca, e incluso en el francés Balzac,el ruso Dostoivesky y la inglesa Jane Austen entre un largo etcétera. Además, cita tanto a prosistas como poetas. Y si a esto le añadimos las referencias pictóricas, tenemos una novela amena, reflexiva, enriquecedora, con una gtan riqueza literaria que provoca el disfrute del lector.

                                                       Mª Cruz Fernández

miércoles, 12 de noviembre de 2014

LA GENTE FELIZ LEE Y TOMA CAFÉ, Agnes MARTIN-LUGAND.

LA GENTE FELIZ LEE Y TOMA CAFÉ, Agnes MARTIN-LUGAND.

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            La novela La gente feliz lee y toma café (Alfaguara, 2014, páginas 189) de la escritora francesa Agnes Martín-Lugand presenta una narración intimista escrita en primera persona sobre un tema atemporal como es la superviviencia del ser humano, en este caso, entroncado con el ancestral mito del ave Fénix y su resurgir de las cenizas.

             Como se dice en el mundo del espectáculo y la farándula "el show" debe continuar (The show must go on) No en vano una de las primeras lecciones que aprendemos en nuestra tierna infancia es la de levantarnos cada vez que nos caemos. Y esto precisamente es lo que tiene que interiorizar Diane, una mujer francesa de clase acomodada sin mayores preocupaciones que ella y su situación vital; quien debe afrontar la vida después de la muerte de su marido Colin y su hija de seis años Clara.

                                En esta épica misión (más cuando a su ignorancia sobre cómo superar este duro golpe se aúna  su apatía) contará con la ayuda inestimable de su amigo Félix, epítome del hedonismo y la lealtad para con sus amigos.


                                       Llama la atención la deixis espacial diametralmente opuesta: de la cosmopolita, bulliciosa y populosa París traslada al lector a un pueblo tranquilo, modesto, silencioso y gélido ( más cuando la acción transcurre en el crudo invierno de las fechas navideñas) de Irlanda. La ciudad frente al pueblo; la luz frente a la oscuridad; el asfalto frente el mar y la playa; el café frente el té; el vino tinto y la cerveza negra...


                                     También la población es diferente: el refinado pero malhumorado parisino y los irlandeses "jugadores de rugby comedores de ovejas" (p.26) De hecho, la hostilidad inicial hacia su vecino se transforma en una catártica empatía, clave para superar su difícil trance y asimilar esa lección de la vida.


                                     Al igual que vemos en algunos movimientos literarios, el clima y el paisaje son reflejos del estado emocional de los personajes y su descripción psicológica 
encuadra a los mismos en la acción.


                                    Además, no puede faltar el triángulo amoroso - Diane/Edward/Megan- que será el climax de la novela y posterior catarsis de Diane. Así, la estructura de la obra emula a cualquiera de las tragedias griegas en la que la catarsis era un fin en sí misma.


                                 Asimismo, la lengua clara, el léxico intenso y preciso plasman nitidamente el dolor y posterior evolución psíquica de la protagonista quien, al final de la obra, hace bueno el "slogan" la gente feliz lee y toma café.


Mª Cruz Fernández

lunes, 10 de noviembre de 2014

CÁSATE CONMIGO,Dan RHODES

CÁSATE CONMIGO,  Dan RHODES

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                      La novela Cásate conmigo (Alfaguara, 2014, páginas 168) del británico Dan Rhodes tiene una estructura episódica que confiere el título de lectura rápida apta para leer en cualquier lugar y situación de nuestra acelerada vida actual.

                      Escrita en primera persona y desde un punto de vista masculino, nos relata en clave de humor situaciones de las relaciones heterosexuales; unas veces, comunes y otras, disparatadas.

                      El narrador y su peculiar forma de escribir los relatos nos induce a pensar que es el propio escritor quien lo relata aunque bien podría tratarse del estilo indirecto libre.

                                      La causística es amplia: desde el compromiso matrimonial (forzoso/ forzado) hasta el divorcio. Cada una de ellas tiene una extensión máxima de dos hojas lo cual imprime un ritmo trepidante a la lectura y convierte esta novela en ideal para lectores de "ratos perdidos".

                                      Si bien esta fragmentación puede provocar alguna dispersión en el lector, éste posee la ventaja de elegir sus narraciones favoritas puesto que esta obra de D. Rhodes abarca un público de condiciones muy diferentes; por ejemplo, los músicos tienen el relato breve titulado Músicos (p.61); los lingüístas, Errores (p.41); los amantes de las estadísticas, Datos (.77); los literarios, Goethe (p.103); emulando a la canción Le llamaban Loca del grupo Mocedades (p.93) y así un largo etcétera.

                                      Con un lenguaje claro, sencillo, sintaxis de oraciones breves y simple, ritmo rápido, irónico e incluso rayando en la sátira, a veces, complace a lectores muy diversos al proporcionarles una lectura amena, sucinta, humorística sobre un tema atemporal: las relaciones de pareja.


                                                               Mª Cruz Fernández