LA FELICIDAD CABE EN UNA TAZA DE CAFÉ, Toshikazu KAMAGUCHI
La felicidad cabe en una taza de café (Editorial Plaza&Janés, 2023, Barcelona, págs. 232) del escritor japonés Toshikazu Kamaguchi es, como se define en su colofón, "una novela sobre el amor, el tiempo perdido y las oportunidades que están por llegar". Además, su inicio no puede ser más sugerente y motivador: "si pudieras volver atrás, ¿ a quién visitarías?" y nos vuelve a situar en la peculiar cafeteria Funikuri Funikura donde estos insólitos viajes son posibles una vez en la vida y tras cumplir una serie de normas engorrosas.
Aunque algunos personajes (Nagare, dueño de la cafetería y primo de Kazu Tokita, la responsable del ritual) son ya conocidos de su novela anterior Antes de que se enfríe el café , el elenco de estos se amplia con Miki (hija de Kei Tokita y heredera del don; el exjugador de rugby Gohtaro Chiba y su amigo Shuichi Kamiya; la profesora de pintura de Kazu Kinuyo Mita, sus hijos Kuoko y Yukio y su nieto Yohsuke; los enamorados imposibles Katsuki Kurata y Asami Mori; y, finalmente, el matrimonio Kiyoshi y Kimiko Manda quien recopila, en la sección cuarta de la obra, el corpus de personajes que participan en las dos novelas y su correspondiente casuística.
Al igual que en la entrega anterior, la novela se estructura también en cuatro episodios. Sin embargo, aunque el inicio de los títulos es igual, ahora el tema también es mencionado en los mismos; por ejemplo, 1 Mejores amigos. El hombre que volvió a visistar a su mejor amigo fallecido hace 22 años; 2.Madre e hijo. El hijo que no asisitió al funeral de su madre; 3. Amantes. El hombre que fue a ver la chica con la que no pudo casarse; 4. Marido y mujer. El inspector anciano que no le dio ese regalo a su esposa.
Otra diferencia radica en la deixis temporal, si bien la ubicación es la misma: la cafetería. Así, las estaciones fijan la temporalidad por secciones, a la vez que aporta pinceladas de cultura japonesa: inicio de la escuela (1), el otoño y la canción infantil "Armonía de los insectos" (2), invierno (árbol de Navidad) enlazado con una festividad estival Tanabata (julio) con los tanzaku p deseos escritos que se cuelgan en los árboles (vease la obra de Yoko Ono, el árbol de los deseos) (3), la primavera con los cerezos en flor.
La narración omnisciente nos hace reflexionar sobre el valor de las experiencias y nos impele a disfrutar de ellas. Un ejemplo de ello es Kaname, el fantasma, la madre de Kazu que no retorno del pasado cuando su hija realizo el ritual con siete años. Asimismo, el buen sabor de boca lo pone la propia Kazu al decidir ser feliz, ser madre con la consecuente desaparición del fantasma sonriente de su madre. Pero, tranquilos, otro ocupa su lugar para que la tradicción continue.
En resumen , una lectura amena y agradable que nos anima a cambiar nuestro punto de vista.
Mª Cruz Fernández
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.