LA RED PÚRPURA, Carmen MOLA
Así, en esta segunda entrega, la inspectora Elena Blanco con su equipo de la Brigada de Análisis ( Zárate, Checa) seguirán la pista y desmantelarán la misma. Esta secuestró a su hijo Lucas a la edad de ocho años. El reencuentro entre madre e hijo es efímero y deja un sabor agridulce en el lector.
Escrito en ochenta capítulos distribuidos en cuatro partes, la narradora omnisciente aporta información precisa al lector de modo que este puede seguir la narración independientemente de ser la segunda entrega de una trilogía. Su deixis espacial es diversa: Canarias, Madrid, Cadiz y la temporal alterna en un intento por evidenciar la influencia del pasado en el presente.
En resumen, es un novela que expone lo peor del ser humano y cuya lectura puede herir sensibilidades de modo que su lectura se condiciona a la edad y estado emocional del mismo.
M Cruz Fernández