LAS BARBAS DEL PROFETA, Eduardo MENDOZA
Así nos comenta con una lógica infantil aplastante episodios tan conocidos como el génesis de Adán y Eva, el asesinato de Abel por Caín, el sacrificio de Isaac y su padre Abraham, el diluvio de Noé, la Torre de Babel o Sasón y Dadila.
Desde el respeto, el escritor hace una retrospectiva y equipara su inocencia infantil con sus conocimientos actuales actuales comparándolos con "gaps" típicos del séptimo arte: cine.
El libro está estructurado para facilitar su comprensión incluso si los conocimientos de La Biblia son escasos y, como bien dice su autor, esta lectura es una reflexión en clave de humor sobre la enseñanza de la Historia Sagrada y los esfuerzos que hicieron esos docentes para cumplir la misión doctrinal encomendada en las mentes imaginativas de esos infantes.
Resumiendo, la novela es una lectura amena que retrotae a una educación no tan lejana en el tiempoo y que, además de sonreir, nos invita a reflexionar sobra la influencia de la política en la educación.
Mª Cruz Fernández