UNA PÉRDIDA RAZONABLE, Anne PERRY
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La escritora inglesa Anne Perry ubica su novela Una pérdida razonable (Ediciones B, 2012) en el Londres de la época victoriana y un crimen es el detonante de este relato de misterio.
En consecuencia, después de las pertinentes investigaciones, el opulento culpable es enjuiciado y ajusticiado superando los prejuicios de esa sociedad fuertemente jerarquizada en la cual se asume un tratamiento legal óptimo para las clases pudientes y otro, paupérrimo, para los más desfavorecidos.
Pero lo más destacable de esta obra es el tema central: el negocio de la pederastia, actividad repudiada por la sociedad. De este modo, el lector rechaza la justificación que el antagonista Lord Ballinger arguye para promover la degradación moral de los próceres de la nación, los cuales, atrapados en su red, acceden a sus peticiones tales como la abolición del trabajo infantil. No en vano, la autora impele al lector a refutar la premisa de "el fin justifica los medios" más aún, cuando éstos son infantes, niños de corta edad, desválidos y abandonados.
Si bien la autoría del crimen se resuelve, no ocurre lo mismo con el delito y el final abierto de la obra que provoca desasosiego en el lector.
Formalmente hablando, nos encontramos con una narradora omnisciente en tercera persona, conocedora de los esfuerzos ímprobos de los protagonistas: el comisario Monk, el juez Sir Oliver y la enfermera Hester para erradicar esta lacra social ; del carácter efímero de su victoria pírrica al descubrir al inculpado, y de sus reflexiones.
Las descripciones de lugares, acciones, sentimientos y lenguaje corporal son magistrales, ofreciendo al lector imágenes muy precisas que son completadas con un lenguaje llano y preciso, no exento de pasajes morales que reflejan el sentir de la autora Perry y puestos, sobre todo, en boca de la protagonista femenina. Pero, aunque la deixis espacial y temporal son ajenas al lector, esta novela capta su atención.
En lo referente a los personajes, nos hallamos con una fórmula literaria presente en géneros literarios como la tragedia, el teatro isabelino o la comedia nacional, es decir, la rivalidad noble entre los protagonistas masculinos y su relación afectiva con la protagonista femenina (esposa y antigua novia) cuyo contrapunto es Margaret (esposa del juez e hija del reo). Así, con este quinteto y varios personajes periféricos se construye un relato de intriga cuyo éxito está asegurado.
Mª Cruz Fernández